He vuelto, y no pienso pedir perdón por mi ausencia.

Ya lo avisé. Ya dejé claro que era una persona de las que empiezan con algo con mucha ilusión y a los dos días se han cansado.. Y olvidé esto. Y olvidé todo lo que tenía que hacer. Y como siempre olvido, olvidé hasta como me llamo...
Realmente no olvido. Simplemente abandono. Justamente esa es la palabra, lo abandono todo.
Pero.. ¿Qué significa realmente abandonar?

Abandonar: 

(Del fr. abandonner, y este del germ. *banna, orden).

1. tr. Dejar, desamparar a alguien o algo.

2. tr. Dejar una ocupación, un intento, un derecho, etc., emprendido ya.

3. tr. Dejar un lugar, apartarse de él.

4. tr. Cesar de frecuentar o habitar un lugar.

5. tr. Apoyar, reclinar con dejadez. U. m. c. prnl.

6. tr. Entregar, confiar algo a una persona o cosa. U. m. c. prnl.

7. prnl. Dejarse dominar por afectos, pasiones o vicios.

8. prnl. Descuidar los intereses o las obligaciones.

9. prnl. Descuidar el aseo y la compostura.

       10. prnl. Caer de ánimo, rendirse en las adversidades y contratiempos.

Yo lo hago constantemente. Abandono a personas, abandono proyectos, abandono ilusiones, abandono metas, abandono sueños. Y lo peor, me abandono a mi misma. Constantemente.

Pero visto desde otro punto, me aterra demasiado ser abandonada. Que me abandonen. Que me olviden. Que me tiren a la basura como un objecto que ha perdido su valor. Entonces, ¿Por qué hago yo lo que no quiero que me hagan a mí? 

Aun que sueño con una vida de total anonimato y capaz de desaparecer, también sueño con ser actriz, famosa, querida y rica. ¿Porqué soy tan.. tan..? ¿Porqué tengo dos caras? ¿Porqué convivo constantemente entre dos formas de querer las cosas? 

Y así, con dos formas de afrontar mi día a día he estado pasando los 16 años de mi vida. No exagero, si me pongo a recordar mi infancia, yo era así también, decidida e indecisa, activa y pasiva, exagerada y tímida, perezosa y bailarina... ¿Porqué? ¿A quién debo echarle la culpa de eso? 

Quizá no haya nadie a quién culpar. Simplemente las cosas han ido sucediendo así. Yo he ido construyendo mi personalidad con cada hecho que ha ido ocurriendo y he llegado hasta aquí. 

No odio mi personalidad. Odio algunos aspectos de mi misma. ¿Veis? Ni siquiera soy capaz de decidir si odio mi personalidad o no. 

Llevo unas semanas con mi obsesión por mi peso a flor de piel. Estoy dejando (otra vez) de comer, me estoy volviendo a cortar (mis piernas ya no parecen ni piernas) y aunque se que me estoy volviendo a meter en ese mundo oscuro y temeroso, quiero verme delgada. Quiero que me repitan una vez y otra vez que he adelgazado. Y yo sonreír, aunque por dentro lo único que sienta sea odio hacia esa persona y hacia sus mentiras. 

¡Dios, cabeza, para de dar vueltas! 

Quiero escribir tantas cosas que no sé ni por donde empezar. Y en realidad, no tengo nada que decir. Todo son gilipolleces, una detrás de otra. Acumulándose. Chafándose unas a otras. Aplastándose y gritando que quieren respirar. ¡Dejad de chillar, soy yo la que quiere respirar! 

Soy tan egoísta... Soy tan miserable... Soy un desastre. Un gran desastre. 

Bah, da igual, me voy. Siento la pérdida de tiempo de aquel que me haya leído. Aunque dudo que alguien lo haga. De todos modos, te lo recompensaré con sexo, por que dinero no tengo...